Cómo cambiar un bombillo de una puerta blindada

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La mayoría de las llamadas puertas blindadas tiene un bombillo muy similar al que estamos hablando en este blog. Tan sólo hay que diferenciar que además de los sistemas tradicionales anti robo, son bombillos que vienen preparados para ser cambiados de una manera muy sencilla.

Como en todas las puertas, el bombillo se sitúa sujeto a la puerta por un tornillo, pero en este caso no es tirafondo largo que deberemos extraer para poner otro nuevo. Se trata de un tornillo de mayor precisión que bastará con aflojar con unas vueltas para que deje de sujetar el cilindro. Para que nos hagamos una idea, es un tornillo como el que utilizan muchas manecillas de reloj para poner el mismo en hora.

Bastará con cuatro o cinco vueltas para que quede suelto, pero no para que salga, ya que no es necesario. Este tornillo siempre quedará sujeto a la cerradura. Cuando quede aflojado veremos como el bombillo ya se puede extraer con total libertad y ser sustituido por uno nuevo. Después volveremos a fijarlo tal y como lo encontramos, y el bombillo nuevo quedará perfectamente encajado en el interior de la puerta.

El cambio de este tipo de bombillo es el más sencillo que podremos encontrar en el mercado. Ya que bastarán unos minutos para que la puerta de nuestra vivienda cuente con un bombillo nuevo sin la necesidad de avisar a un cerrajero ni tampoco dedicarle mucho tiempo.

Además, este tipo de bombillos no suelen plantear problemas, ya que encajan a la perfección en nuestra puerta sólo con la ayuda de un simple destornillador de estrella.

¿Qué entendemos como puerta blindada?

Una puerta blindada es una puerta de madera con una o dos chapas de hierro alojadas en su interior dejando libre unos cinco centímetros en todo su perímetro para que pueda embutirse la cerradura, atornillar bisagras y cepillar si fuera necesario.

Esta puerta va alojada en un marco, también de madera, que en determinados casos puede estar reforzado por una pletina de hierro en la zona donde se alojan los cerrojos.
Como hemos dicho, la cerradura está embutida en el canto de puerta. Paradójicamente, cuanto mayor sea el número de cerrojos, más se debilita el canto de la puerta puesto que mayor será el número de cajeados efectuados. Debido a su peso, la sujeción de la puerta al marco se realiza a través de tres, cuatro o hasta cinco pernios de gran tamaño que, al igual que ocurre con la cerradura, debilitan el marco. Por lo general pensamos lo contrario, que a mayor número de pernios más seguridad, pero no tenemos en cuenta que también conlleva más perforaciones en la madera y, por lo tanto, disminuye su seguridad en sí misma.

La cerradura, que suele venir de serie, pese a denominarse de seguridad, debido a su baja calidad son fácilmente manipulables, ofreciendo poca resistencia al ladrón, el cual solamente necesita de un destornillador y escasos segundos para apalancar la puerta y abrir todos los cerrojos, como lamentablemente queda demostrado diariamente con los robos sufridos por aquellos que creían que su puerta era segura. De ahí que el primer paso que debemos tomar es cambiar o toda la cerradura, o al menos el bombillo por uno que sea anti-bumping, anti-ganzúa y anti-taladro. Siempre añadiendo un buen escudo de seguridad.

En resumen, la puerta blindada es una puerta demasiado conocida por los ladrones que ofrece escasa resistencia al ataque. La tendencia del producto ha sido fabricarlo a precios cada vez más baratos, sacrificando para ello la calidad de los materiales que la forman.

Estas puertas de baja calidad suelen venir de serie en edificaciones modernas, apartamentos vacacionales y viviendas antiguas. Lo correcto sería cambiar la puerta por otra mucho más segura, pero sí de momento no podemos llevar a cabo esta inversión, se hace imprescindible al menos el cambio de bombillo o de la cerradura completa.

Diferencias con una puerta acorazada

Una puerta acorazada es una puerta fabricada en acero y diseñada con placas de madera con una función puramente estética. A diferencia de muchas que llaman blindadas que están hechas de madera con finas placas metálicas en su interior. Ni que decir tiene que una puerta acorazada es mucho más resistente que una puerta blindada, ya que los materiales de fabricación y los complementos de seguridad tienen mayor calidad y resistencia.

El término «acorazada» no es tan conocido como “blindada” y lo que es peor, se tienden a confundir cuando en realidad no tienen nada que ver. Pero en este caso hablamos de una puerta con materiales superiores en términos de resistencia y que se adapta perfectamente en el apartado estético.

Las acorazadas tienen como característica principal el ser de ser mucho más resistentes que las blindadas porque tienen unos refuerzos y un blindaje diferentes. En las puertas acorazadas, la integración de la cerradura, los pernios y los cerrojos en la estructura produce que ésta sea más resistente, no como en las puertas blindadas. Así mismo, no todos los modelos de puertas acorazadas son iguales, sino que tenemos distintos modelos dependiendo del tipo de blindaje, refuerzos de seguridad o clase de cerradura.

Lógicamente, cada fabricante diseña y construye sus diferentes modelos con diferentes tipos de refuerzos de seguridad, pero en definitiva no depende del número, sino de la calidad.
Lo realmente importante es la certificación y los ensayos de seguridad porque, en definitiva, son los que demuestran hasta qué punto una puerta acorazada puede frenar los intentos de ser abiertas por los intrusos.

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