A veces, las relaciones entre caseros e inquilinos no son lo más adecuadas que deberían ser.
Caseros que entran directamente en su casa alquilada sin llamar a la puerta para revisar la casa, inquilinos que se van de vacaciones y cuando vuelven se dan cuenta que el casero ha entrado para llevarse muebles que le hacían falta…
En fin, hay cientos de anécdotas que ponen de manifiesto el desconocimiento de los derechos y deberes de cada uno.
La pregunta que nos hacemos hoy es una de las más frecuentes y que pondría fin a muchas de las intromisiones del casero.
Entonces, ¿puede el inquilino cambiar la cerradura en un piso de alquiler?
La respuesta es un contundente sí.
Esta es la realidad aunque les pese a muchos propietarios de viviendas. Hay que entender también el miedo que existe en este país a que los dueños de viviendas vacías las pongan en alquiler.
La historia suele comenzar en un despacho de una inmobiliaria con el inquilino y el propietario firmando documentos sin apenas leerlos. Por eso es aconsejable que ambas partes pregunten cualquier duda que tengan acerca de cómo va a ser su relación contractual y cuáles son los derechos y deberes de ambos.
Entre los derechos del inquilino está el poder cambiar la cerradura del piso sin el permiso del propietario. Ojo que esto último suena duro pero es verdad: no es necesario el permiso del propietario. Por eso es aconsejable también que los propietarios conozcan este hecho antes de poner su vivienda en alquiler.
Si te paras a pensarlo tiene lógica.
El inquilino desconoce el pasado de esa vivienda ni cuántos inquilinos han pasado por ella. Desconoce si algún antiguo habitante de la misma sigue teniendo una copia de la llave.
Es una vivienda en la que a partir de ahora vas a guardar todas tus cosas de valor. Parece lógico entonces que tengas el derecho a salvaguardar tu intimidad y tus objetos de valor.
Aspecto importante que debe tener en cuenta el inquilino.
Ya hemos dicho que tiene derecho a cambiar el bombín de la cerradura pero también tiene la obligación de reponer la antigua cerradura y dejarla como estaba, así como de entregar todas las copias de llaves que le entregaron.